septiembre 2011 | La estación del zoo

España, ese país que vende flamenco, paellas, toros y playa a los turistas. Son postales del verano, lo que vemos en cada ciudad turística. Lo que quieren esos alemanes, ingleses o franceses jubilados. Un pueblo en fiestas con sus corridas de toros y sus fuegos artificiales finalizando su feria, en una ciudad de paso o un punto estratégico, que lo llaman algunos.

Otras en cambio, si que recibe turistas, aunque este verano algo menos, ya que muchos no vendrán montados en El Vaporcito. Podrás jugar en la playa hasta tarde, mientras esté el sol en el cielo, que durante el verano se acuesta más tarde. Fiestas patronales las hay en todos los sitios con procesiones de sus patronos y patronas, algunas procesiones son marineras. Así puedes verla sin vestirte con el traje de chaqueta y tu corbata.

Es en la ciudad del viento andaluza donde recibe a todos los amantes de deportes donde agua y viento fluyen para que se navegue en sus aguas o se vuele entre sus nubes. O que quizás mires al mar y puedas ver a gente buscando un sitio mejor, donde el futuro les deparará si tienen suerte un puesto de vendedor de pañuelos de papel en un semáforo o vendiendo gafas de plástico mientras siempre estás preparado a echar a correr por si viene un policía.

Puede que no veas pamelas pomposas entre los asistentes de esta carrera, pero verás caballos corriendo por la ribera del Guadalquivir desembocando en el Atlántico, con Doñana de fondo. Comer sushi y no cazón en adobo. Pero ver baile flamenco, unas alegrías, entre árboles en la noche.

El último mojito del verano es el que te sabe mejor. En la era de las cámaras digitales todos retratarán cualquier momento, aunque luego se queden olvidadas en un tarjeta de memoria o en un disco duro.Y terminar el verano comiéndote un arroz con bogavante en una playa de Valencia. Y bañándote en una pequeña cala de Alicante.